IDEAS QUE BULLEN

Esta semana dos polémicas estériles han saltado en la tele y en la prensa, estériles como todas las polémicas.

Una por el Boom Boom de Chanel que ha ganado el concurso español de los candidatos a Eurovisión. Se acusa, a ella, de ser una enchufada del jurado de TVE y a la canción de ser una canción comercial, opuesta a las otras dos más reivindicativas, una cantada en gallego y otra por ser una apología de las madres y las tetas, ambas preferidas por el “público”. Sobre la canción, su letra y la votación hablaremos más adelante. Lo que sí parece cierto es que esta mujer lleva bailando y cantando 20 años, en teatros, en papeles secundarios o principales, ensayando día tras día, y lo hace genial, en directo. No se baila y canta así por inspiración divina. Pura envidia.

La otra polémica es que los bancos han dejado sin oficinas ni cajeros a media España. Algo que ya sabíamos, pero que ahora los medios de comunicación han decidido que es noticia. Tanto es así que, al ser entrevistado un paisano en la tele, dijo que llevaban diez años sin servicios bancarios en el pueblo. Hay que ver como vuelan las noticias (primera ironía).

El pistoletazo lo ha dado una petición en “change.org” de título “Soy mayor pero no soy idiota” de un hombre de 78 años quejándose del maltrato de los bancos a todos los clientes, y por ende a los viejos, al reducir al mínimo el horario de atención al público, exigiendo cita previa, cobrando por servicios en ventanilla y por tanto obligando a usar las aplicaciones o cajero de los bancos. Nos apiadamos de los viejos, pero a nosotros los sesentones nos quedan dos primaveras, pues ya basta con que nos cambien la interfaz de la aplicación o el proceso y ya estamos perdidos. Por ejemplo, cada vez que hago una transferencia en el ordenador tengo que aceptar la operación en el móvil …y el banco me da solo 1 minuto. Es habitual que llegue tarde, pues el móvil está en el limbo, o no atino a abrir la aplicación (el móvil es leeeeento y vieeeeejo), o por las prisas tecleo mal la clave. Y vuelta a empezar. En mi caso, soy mayor y un poco idiota (segunda ironía).

Yo creo que a los consejeros y accionistas de los bancos les ha entrado la risa tonta con la polémica, tanto es así que algunos han hecho Boom Boom. Algo así como esto:

El Boom Boom del ladrillo (perdón, solo fue un Boom) a principios de este siglo trajo la apertura de miles de sucursales bancarias, así como el reclutamiento de miles de empleados afanados en hacernos firmar hipotecas y comprar acciones preferentes. Doy fe pues a mí me llamaron, y ahora los bancos critican a las criptomonedas (tercera ironía).  Según las estadísticas hemos pasado desde el 2006 de 113 mil empleados a 90 mil (un 20% menos), de 20 mil cajeros a 15 mil (un 25% menos) y de 15 mil sucursales a 8 mil (un 47% menos), eso en números redondos, como redondo es el Boom Boom.

A los banqueros les encanta el Boom Boom. También les gusta la magia, porque otro asunto que me tiene asombrado es la desaparición virtual de mi dinero. Hago una transferencia, armado del portátil y el móvil y/o tarjeta con los códigos, con todas las aplicaciones instaladas y actualizadas, e inmediatamente realizada la transferencia desaparece la pasta de mi cuenta ¡Qué eficacia! Lo malo es que el destinatario ya puede esperar. Durante un par de días ese dinero permanece en el limbo bancario, acariciado por el Tío Gilito. Si pillas fin de semana, añade otro par de días más. Encima a veces te cobran comisiones y encima tú, pringado, haces todo el trabajo y pones el tiempo y el equipo. Abajo el Tío Gilito, no estoy seguro de que las nuevas generaciones lo conozcan.

Volviendo al Boom Boom de eurovisión. La polémica también radica en que la votación popular no tuvo el peso debido, a pesar de estar en las bases del concurso. Se recibieron 192.000 votos, estos son todos los que llamaron o mandaron un SMS al módico precio de 2€ (y nos quejamos de los banqueros, cuarta ironía). España tiene unos 48 millones de habitantes. O sea, votó el 0,4% de los españoles. De ellos, el 71 % votaron a las gallegas. Arrasaron. Mi pregunta, inspirada en la humildad y paciencia del Cristo de Cádiz: ¿Cuántos de esos votos tienen prefijo de Galicia?

Dicen que la letra del Boom Boom es irrelevante, sexualizada, de mal gusto e incluso denigrante para la mujer. Por eso, os dejo la letra del Boom Boom (donde no veo el pecado mortal pero desde luego es una gilipollez), y las de las canciones ¡Ay, mamá! y Terra, que desbordan poesía y ritmo (quinta y última ironía).

Dedico esta entrada a Chanel, y mucha mierda.