Desde hace unos meses ya no hay ni emigrantes ni inmigrantes. Son todos migrantes. La palabra migrante es correcta según la Fundéu del BBVA pues dicho término engloba ambos conceptos (emigrante e inmigrante).
La novísima palabrita es empleada por políticos, ONG y ha invadido telediarios, radio, prensa, etc. El porqué, un misterio. Os pongo unos cuantos titulares:
El País: La caravana migrante sale dividida de Ciudad de México hacia EE UU
ABC: México señala su prioridad con la caravana de migrantes
TVE: Ascienden a 20 los migrantes fallecidos en el naufragio de la patera ocurrido en Caños de Meca
La Sexta: ¿Es cierto que se ha disparado la llegada de migrantes con el Gobierno de Sánchez como afirma Pablo Casado?
Sospecho que un ente superior, una divinidad, ha hecho que de repente esta palabra remplace a emigrante e inmigrante.
¿Eran feas las otras dos? ¿Confusas? ¿Ofensivas o despectivas? ¿Es simplemente una moda? ¿O estamos ante una nueva “batalla de las palabras”? El mejor ejemplo de esta batalla es la pelea contra el género masculino como forma no marcada o inclusiva para evitar duplicar continuamente, en masculino y femenino, la misma palabra; ya sabéis, lo de “queridos y queridas compañeros y compañeras quiero deciros que nuestros niños y niñas van a poder ser médicos y médicas para poder curar a enfermos y enfermas”. El que gane la batalla de las palabras acaba ganando la batalla de las ideas.
Sea cual sea la razón detrás de lo de migrantes, no estoy de acuerdo. No me gusta nada. Es una palabra capada. O eres emigrante o inmigrante, es más preciso.
Por ejemplo, una reacción no es térmica, eso es una chorrada, o es endotérmica o exotérmica.
Además, cuando pienso en migraciones pienso en los ñus y demás herbívoros durante su viaje anual buscando mejores pastos, de Tanzania a Kenia (del Serengueti a Masai Mara). Ya sabéis, las imágenes esas de cocodrilos merendándose ñus al cruzar un rio.
Migración se aplica tanto a grupos humanos como a animales mientras que emigrante e inmigrante solo se aplica a personas. Migrante en cambio es cualquier ser vivo.
Migraciones son las de ballenas, atunes o salmones, mariposas monarca, cigüeñas o golondrinas. Migraciones fueron también las de los humanos que durante la última glaciación cruzaron el Estrecho de Bering entre Asia y América para poblar el continente americano, y antes el homo-sapiens – el cromañón- que desde África pobló Eurasia hace 45.000 años, o todos los británicos, holandeses, irlandeses, alemanes, etc. que fueron a Norteamérica buscando un futuro mejor. Eso son migraciones.
Esas personas eran emigrantes porque salieron de sus países o lugares de origen, y todas eran inmigrantes allí donde llegaron.
Todo lo anterior es una verdadera sandez si nos detenemos a pensar, aunque sea 10 segundos, en los 7000 emigrantes, la mayoría hondureños, que forman la caravana con destino a los EE.UU. Se estima que un tercio son niños.
Honduras es uno de los países más violentos del mundo; hubo 64 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2015 (en España 0,7). Su PIB per cápita es de 2.197€ (España 25.100€) y 18 niños de cada 1.000 mueren antes de cumplir el año de vida (en España, 3). En resumen, El 43,7% de los más de 9 millones de hondureños viven en pobreza y el 23,3% en pobreza extrema.
En esas circunstancias, es probable que yo también fuera un emigrante. Ser emigrante es motivo de orgullo. Porque para mí esas personas muestran un valor y coraje que dudo mucho que nosotros los europeos lo lleguemos a entender hoy. Esas virtudes las tenemos atrofiadas, capadas, como la palabra migrante. A eso nos dedicamos, a capar palabras para sentirnos mejor.
Amigo, sabes que la hipocresia es muy grande y muchas vezes a los que «pagamos» todos los meses para que al menos intenten resolver alguno de estos problemas seguramente lo que mas les preocupa es, con «e» o sin ella en el inicio.
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