Otra vez la lavadora estropeada

A eso se le llama “Obsolescencia programada”. Desde principios del siglo XX los fabricantes de cualquier producto, de forma consciente y voluntaria, los hacen con fecha de caducidad, como los yogures. No son todos, pero los siguientes ejemplos os resultarán familiares.

Al cabo de unos años un electrodoméstico se estropea y su reparación es casi tan cara como comprar un aparato nuevo. ¿Qué haces? Te compras otro. Tengo grabada en mi memoria una secadora centrifuga marca Crolls en casa de mis padres: la compraron cuando yo nací. Me llevé una gran decepción hace bien poco al ver que la secadora ya no estaba allí. Duró unos 45 años.

Las baterías de móviles y demás parafernalia electrónica: un verdadero timo. Duran una primavera y son carísimas (Apple ha conseguido que además solo se puedan reemplazar en su servicio técnico a precios astronómicos).

Otro método es fabricar el producto con un elemento ciertamente frágil, como las pantallas de los teléfonos inteligentes (smartphones, vamos). Me pregunto si los teléfonos son inteligentes para el usuario o para el que los fabrica.

moviles-rotos

Eso sí, todo ello ocurre un día después de expirar la garantía.

Con los automóviles depende del fabricante, modelo e incluso año de fabricación. Personalmente he tenido coches a los que he tenido que cambiar el tubo de escape cada 2 años, los problemas en el aire acondicionado son relativamente habituales, además de las sorpresivas averías en cajas de cambio, embragues, etc. antes de lo que se podría esperar. No me atrevo a opinar si los coches de ahora son más duraderos que los de los años 50 o 60, pero lo que es seguro es que pasar por el taller es criminal.

Hay otra obsolescencia programada que incluso es más dolorosa. Me refiero a los libros de texto escolares. Cada pocos años hay una nueva edición por lo que  eso de comprarlos de segunda mano o pasarlos a los hermanos menores queda descartado. Quien sea responsable de eso (y me refiero al Ministerio o Consejería de Educación de turno) está en clara connivencia con las empresas editoriales. La Revolución Francesa, las tablas de multiplicar, la química orgánica y el número de costillas del cuerpo humano no han cambiado, creo.

No siempre los fabricantes son los únicos culpables. Caemos en muchas trampas: la moda es otra forma encubierta de obsolescencia programada. En este caso, el marketing y nuestra propia tontería ayudan y mucho.

Hay otros muchos ámbitos donde se sabe o se sospecha que los productos son producidos con una vida más corta de lo razonable: medicamentos, cartuchos de tinta, software (por ejemplo, el Windows XP), video-consolas (en las que no es posible usar videojuegos modernos). Eso sin entrar en los paraguas de la tiendas chinas (baratos, sí, pero de un solo uso como haga un poco de viento).

Un poco de historia

La obsolescencia programada fue un invento de los fabricantes de bombillas allá por los años 20 del siglo pasado. Philips, Osram, Tungsram, General Electric y otras compañías decidieron que la duración de una bombilla no debiera superar las 1.000 horas de uso. A este grupo se le llamó “Cártel de Phoebus” (igualito que el Cártel de Medellín o el de Sinaloa).

Las bombillas eran diseñadas de otro modo. En el parque de bomberos de Livermore (California, EE.UU.) hay una bombilla del año 1901 que todavía funciona. Te quedas de piedra.

telefono-antiguoY no solo las bombillas. Todos recordamos los teléfonos antiguos de baquelita, negros, con el cable de tela.

nokia

También es cierto que no todo lo moderno fue malo: el NOKIA 3310 fue un teléfono indestructible, aparte del problema de la batería que por el efecto memoria iba perdiendo capacidad. Pero la batería la reemplazabas tú mismo, sin necesidad de pagarle a NOKIA 120€.

La respuesta

Como evidentemente yo no he descubierto la obsolescencia planificada algunos países ya han tomado cartas en el asunto.

En 2015 la Asamblea Francesa estableció una multa de hasta 300.000 euros y penas de prisión de hasta dos años para los fabricantes que planean la rotura o inutilidad de sus productos con antelación.

La Unión Europea también está empezando a abordar este problema. El Comité Económico y Social Europeo, órgano consultivo de la UE, anunció en 2013 que estaba estudiando «una prohibición total de la obsolescencia planificada».

Según el Parlamento Europeo ninguna norma específica de la UE menciona la obsolescencia planificada, pero el asunto se vincula con la legislación de la UE sobre eco-diseño, residuos, uso de los recursos naturales, información al consumidor y el nuevo paquete de la Comisión Europea sobre la economía circular. Las principales preocupaciones de los consumidores y las estrategias asociadas con el problema son: características de diseño que no permiten la reparación, la capacidad de actualización o la interoperabilidad con otros dispositivos; La falta de piezas de repuesto y los elevados costes de reparación; las estrategias de marketing que empujan a los consumidores a comprar productos nuevos y de moda y a reemplazar los existentes muy rápidamente.

Dedicado a los pobres adolescentes (y a  Ana S. especialmente) que han recibido unas cuantas broncas paternas por romper un móvil detrás de otro. Resulta que ellos no eran los únicos culpables, aunque lo de caerse el móvil con tanta frecuencia resultara un tanto incomprensible.


3 respuestas a “Otra vez la lavadora estropeada

  1. Totalmente de acuerdo Germán! Y no has mencionado (que eso también merece una buena carcajada) la imposibilidad de utilizar un solo cargador para cada telefonito, ya sea de la misma marca o diferente, lo cual hace que irremediablemente tengamos en casa un saco lleno de una cantidad indecente de cargadores porque no hay uno universal para todos. Y lo que es peor!! Si te compras un móvil nuevo de la misma marca, tienes que cambiar tambien de cargador!! Una locura!!

    En cualquier caso, una vergüenza lo que está pasando y como se ha venido consintiendo ese «plazo de caducidad» cada vez más corto de todos los electrodomésticos varios. Más de uno se tiene que estar enriqueciendo. Por no mencionar como ya lo has hecho, el tema de los libros de texto, que es que ya no valen de un año para otro al hermano pequeño…. lamentable!

    Crees que llegará en algún momento esa Ley a España? Y crees realmente que será de aplicación con la cantidad de gentuza que se está enriqueciendo a costa de eso?

    Un abrazo Germán y hasta la siguiente semana 😉

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