¿Para qué preguntas?

En las series de juicios y abogados  como Ally McBeal, Bull o The Good Wife es recurrente la frase “nunca hagas una pregunta a un testigo si no conoces la respuesta de antemano”.

Trasladado esto al ámbito personal, imaginaros a un joven bienintencionado preguntar a su pareja por lo bien que baila tras cuatro pisotones y chocarse un par de veces. Mejor no preguntar.

Hace poco un senador de EH Bildu preguntó al gobierno por qué no se consultaba sobre la Monarquía en las encuestas del Centro de Investigaciones Científicas (CIS). La última vez fue en Abril del 2015.

El CIS, o sea el gobierno, puede que no sepa la respuesta; pero de lo que estoy seguro es que no quiere ni saberla, por si acaso.

El gráfico siguiente muestra la evolución del grado de confianza de los españoles en la Monarquía en los últimos 23 años.

La Monarquía obtuvo su mejor valoración en Diciembre de 1995, con una nota de 7,48. También es cierto que entonces solo suspendió el gobierno, con un 4,92. En esa época recuerdo que los resultados de la Monarquía en estas encuestas eran aplaudidos en casi todos los medios de prensa y por la mayoría de los partidos políticos.

estadistica

En la última consulta sobre el grado de confianza en las instituciones de Abril de 2015 la Monarquía (suspendida con un 4,34) fue superada por Policía, Guardia Civil, Fuerzas Armadas y medios de comunicación. En el fondo no está tan mal: partidos políticos, gobierno, parlamento y sindicatos no llegaron siquiera a un 3.

El senador de Bildu implícitamente cuestiona la Monarquía: si no se pregunta por la Monarquía es porque está mal valorada. Y como está mal valorada, se puede replantear la existencia de dicha institución. Yo estaría de acuerdo con ese razonamiento si se aplicara el mismo a los partidos políticos, parlamento, sindicatos, etc. cuya valoración es aún peor.

Y si se preguntara hoy por el estamento judicial volveríamos a los linchamientos directamente.

Las encuestas sirven para que los evaluados (gobierno, sindicatos, partidos y por supuesto la monarquía) tomen buena nota de los resultados y actúen en consecuencia. Esa es la teoría, porque según el CIS de Marzo de 2018 los principales problemas que existen en España son el paro (65,9%), la corrupción y el fraude (34,5%, y creo que no se refiere al fraude del tendero de la esquina que tiene la balanza trucada) y los políticos y sus partidos (26,5%). Nota: los porcentajes son acumulativos y reflejan la suma de los tres principales problemas.

¿Cuál es la única institución que se ha tomado en serio las encuestas? Podéis preguntárselo al anterior rey, Juan Carlos.

La existencia de una Monarquía en España a estas alturas es tan incongruente como un Ferrari a pedales. Y lo saben políticos, la propia monarquía, prensa, etc. Desde un punto de vista utilitario, la Corona en las monarquías parlamentarias no tienen un rol relevante, más bien simbólico.

Lo malo es que en esta España esquizofrénica (lo de invertebrada ya es poco) este rey y su padre han tenido que salir a poner orden por la incompetencia e inconsciencia de los cargos electos. Si lo hicieron bien o mal, el tiempo lo dirá. Estas situaciones son excepcionales; no recuerdo a la Corona noruega, holandesa, sueca o danesa interviniendo de esa forma.

Lo cual me lleva a otra reflexión: la Monarquía parece que funciona en esos países; y muchos de nuestros políticos y compatriotas los tienen como referente mientras se muestran rabiosamente republicanos. Otra incongruencia.

Si quisiéramos ser republicanos, podemos escoger entre:

  • Presidencialista como los EE.UU o Argentina;
  • Semi presidencialista como Portugal, Francia o Rusia;
  • Parlamentaria como Suiza, Alemania, Austria, Grecia o Finlandia.

Hay tantos modelos como países. Se diferencian en el proceso de elección del jefe del estado y jefe del gobierno, las funciones asignadas, medidas para separar los poderes, etc. Por tanto, antes de echar abajo a la Monarquía, habrá que discutir qué queremos exactamente y ponerse de acuerdo.

Y sobre todo, sea República o Monarquía, tenemos que evitar tener un jefe de estado que se comporte así:

República o Monarquía, toda institución debe rendir cuentas.

Dedicado al rey Víctor Manuel III de Italia que perdió el trono tras un referéndum en 1946 por su apoyo a Mussolini, por firmar en 1938 las leyes raciales que permitieron la deportación de miles de judíos y por permitir la invasión alemana al final de la guerra.  Cavó su propia tumba por las malas compañías.


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