El debut de toda crisis es muy estresante y confuso: no hay datos fidedignos, la información es escasa e incluso contradictoria, las personas necesarias no están localizables, el proceso de toma de decisiones no se ha puesto en práctica en años o está desfasado, el tiempo vuela, los responsables no conocen el organigrama (especialmente ahora con un nuevo gobierno), etc. Como dicen los portugueses, “muita confusão”.
Ya llevamos seis semanas confinados, la crisis empezó algunas semanas antes, y durará meses. O sea, ya no cabe improvisar ni tomar decisiones en base a datos erróneos, ni comprar a ciegas pagando lo que sea y los procesos de toma de decisiones deben estar más que establecidos. Esta crisis ya debería ser una rutina para los encargados de gestionarla, es decir, la normalidad dentro de la excepcionalidad. Cuanto antes lo excepcional se convierta en rutina, mejor para todos.

Una parte importante de la gestión de una crisis es la comunicación. La cantidad de discursos y ruedas de prensa a las que el gobierno está sometiendo a la nación es impresionante. No cabe duda de que quieren ser transparentes. No entro ni en lo que anuncian, ni en sus decisiones, ni en su gestión de la crisis.
El esfuerzo en comunicar continuamente tiene sus riesgos; la sobrexposición facilita que se digan cosas mal explicadas, poco pensadas o que se puedan malinterpretar. La declaración de ministro de Ciencia e Innovación “No teníamos un plan de qué hacer en una pandemia” (ver El País 24 de abril) me dejó patidifuso y sorprendentemente nadie se rascó la cabeza. ¿No tenemos planes para el control de enfermedades infecciosas? ¿En serio? ¿Y la gripe, malaria, dengue, guerra biológica? ¿No hay planes?

Quiero entender que quiso decir que no había un plan detallado con medidas y criterios de actuación para el COVID19, pero planes, organigramas y medidas de actuación para pandemias existen. En mi primera búsqueda por internet me saltó esta página del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades. En esa página está el plan español para la gripe. Si tienes un plan para una pandemia de la gripe, adáptalo a las circunstancias actuales. Pero no digas que no había planes.
Cualquier plan es mejor que ninguno y a partir de él los distintos comités (técnico, científico, consultivo, financiero, legal, etc.) ayudarán a tomar las decisiones adecuadas. En este caso fueron de calado, como el de un superpetrolero. En la foto el Jahre Viking, superpetrolero ya desguazado hace 10 años, con 450 metros de eslora (4 campos de fútbol y medio), con capacidad para transportar 645.184 metros cúbicos de crudo (lo que consume España en dos días) y 25 metros de calado (un edificio de 8 pisos): eso sí que es calado.

Otra pifia, esta con gran repercusión, fue la de un general de la Guardia Civil; que son pocos, pero elegidos. La polémica generada durante la rueda de prensa dominical del 19 de abril (ya no hay misas, ahora son ruedas de prensa: plus ça change, plus c’est la même chose) dijo eso de que la Guardia Civil estaba trabajando en minimizar ese clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno.
Esa misma tarde dos ministros (Grande-Marlaska y Margarita Robles) y la propia Guardia Civil – era domingo, no lo olvidemos – saltaron a corregir, matizar o negar lo dicho por el general. La metedura de pata era importante. Los de la policía patriótica y sus hooligans fueron a la yugular. La portada del ABC del día siguiente es el paradigma de dicha reacción. Me pongo en el lugar del general, no quiero ni pensar en lo que se le pasó por la cabeza al verse en la portada.

Se me ocurren tres razones por las que el general hizo lo que hizo. La primera, y más evidente, es que tenía esa instrucción y lo dijo sin darle una pensada. Le segunda es que se explicó mal – un lapsus -, y la última, la mejor, es que lo hizo adrede. Estaba harto del comité técnico y de las ruedas de prensa. Por lo menos ha conseguido librarse de estas últimas: los uniformados ya no comparecen.
Dedicado al ministro y al general. Esa misma tarde seguro que el general preguntó al ministro de turno…