Has estudiado, has pasado exámenes, has trabajado 30 años, sigues estudiando, cambias de trabajo, de entorno, de país, y ahora te dicen que……. salgas de tu “zona de confort”.
Es decir, todos tus esfuerzos para estar cómodo, razonablemente satisfecho de ti mismo y disfrutar de una cierta seguridad, son en vano. Los gurús de la psicología, autoestima y de “cómo ser felices” nos intentan convencer de que no hay que adocenarse, nunca. Da igual el reto: si hace falta, te lo inventas. ¿De qué están hablando?
Definiciones de zona de confort hay muchas y en ellas se incluyen palabras como seguridad, comodidad, vida controlada, auto-limitarse, miedo al cambio o a lo desconocido y ausencia de inquietudes o curiosidad. No hay stress ni ansiedad.
Fuera de la zona de confort es donde aprendes, donde ocurre la magia, donde vives en definitiva. Hay miles de dibujos que muestran el concepto: el de abajo es el que más me gusta
.La zona de confort me la imagino así: empleado (de banca, funcionario, en una cadena de montaje) de edad mediana, casado sin hijos, que todos los días laborales coge el mismo autobús a la misma hora, cumpliendo con rectitud sus perfectamente delimitadas funciones. Cena la sopa de todos los días y se acuesta siempre a la misma hora después de ver el telediario de las 21h. Cumple con sus obligaciones maritales el sábado, cena con sus escasos amigos una vez al mes y nunca cae enfermo. Los miércoles a la tarde juega al paddle o al tenis, siempre con las mismas personas. Si fuese vasco, tras el partido cenaría en una sociedad con su correspondiente partida de mus. Planea sus vacaciones con seis meses de anticipación y siempre va a países o lugares sin riesgos.
La pregunta es: ¿Hay alguien así? Si lo hay, no lo conozco.
Siempre, al cabo de algún tiempo, si no hay nada que nos agite un poco, algo que menee el árbol, el subconsciente nos dice que algo va mal, estamos intranquilos y notamos que nos aburrimos. Si no reaccionas cada día te será más difícil salir de esa zona pegajosa.
Cuando te invade esa sensación normalmente empiezas a buscar nuevas actividades, cosas que aprender, retos en el trabajo o fuera. Pueden ser actividades como escribir un blog (como este), certificarse con su correspondiente examen (lo cual a ciertas edades es ciertamente estresante, doy fe), viajes diferentes, conocer a personas nuevas, e incluso, porque no, lanzarse de nuevo al mercado laboral, montar tu propia empresa, etc.
Si eres de los que ya no quiere “líos”, busca en internet lo de “zona de confort”. Estás en esa zona de arenas movedizas, que te engulle y lamina tu curiosidad e iniciativas. Si no reaccionas te va a entrar una depresión de caballo o simplemente vas a tener el encefalograma plano al cabo del tiempo.
Como casi siempre, este concepto lo hemos importado de los anglosajones. En Google son 20 millones de entradas en inglés en comparación con las escasas 350.000 en español. Supongo que esta proporción está íntimamente ligada con el anormal porcentaje de españoles que querían ser funcionarios en el 2009: el 72% nada menos. Ya sabéis, seguridad en el empleo, horario cómodo y pocas preocupaciones.
Gracias a Dios y a la crisis, hoy en día “sólo” el 25% de los universitarios españoles contemplan esa posibilidad, superados por el 27% que tienen pensado crear un negocio. Debo decir que esta proporción se ha invertido este año.
Dedico esta entrada a Ana D., por perderse adrede en las carreteras portuguesas. Curiosamente esta costumbre se menciona en muchas páginas web como ejemplo para salirse de la “zona de confort” ¡Y ella sin saberlo!
Cuidado con salirse de la zona de confort y caer en los peligros del Principio de Peter…
Me gustaMe gusta
Totalmente de acuerdo Periquito. De hecho, en caso de ascensos laborales hay que procurar tener una salida airosa aunque sea por un tiempo, o sea, poder regresar a tu «zona de confort» si la cosa no resulta. Tantos magníficos técnicos que fracasan como gestores…….
Me gustaMe gusta
Me encanta, y me identifico con Ana…
Me gustaMe gusta
Y ser profesor voluntario también es un forma de mover las neuronas. Buena iniciativa!
Me gustaMe gusta