Ya conocemos la costumbre española de poner motes. No veo grandes diferencias según el DRAE entre mote, apodo y sobrenombre, quizás el apodo se distinga por ser negativo:
Mote: Sobrenombre que se da a una persona por una cualidad o condición suya.
Apodo: Nombre que suele darse a una persona, tomado de sus defectos corporales o de alguna otra circunstancia.
Sobrenombre: Nombre calificativo con que se distingue especialmente a una persona.
Usaré la palabra mote, por corta.
En primer lugar, hay que decir que se emplearon para distinguir a las personas con mismo nombre, porque el apellido no empezó a generalizarse hasta el siglo XIII. En segundo lugar, el mote sobrevive porque es una demostración palpable de la inteligencia y socialización de los humanos: una palabra lo define todo en alguien. Es un signo de identidad personal, familiar y local. Es el dardo en la palabra, que decía Lázaro Carreter.
Los reyes españoles han disfrutado desde siempre de uno, en su caso se le dice sobrenombre. Algunos son famosos, como Juana La Loca, Felipe El Hermoso, Fernando VII El Deseado (o El Felón, según quien escriba) o Carlos II El Hechizado, el último Austria, con problemas derivados de la consanguinidad por lo que no tuvo descendencia.

Le sucedió el primer rey Borbón, Felipe V El Animoso, y creo que no le pusieron el Loco por no repetirse. Reinó en dos tramos, entre 1700 y 1724 cuando abdicó en su hijo Luis El Liberal; al morir este a los pocos meses de ser coronado, su padre tuvo que retomar el reinado hasta 1746. La que realmente reinaba era Isabel de Farnesio, pues “El Animoso” era bipolar, maniaco depresivo, y acabó totalmente chalado: no se cortaba las uñas de los pies (llegó a no poder andar) y solo se quitaba la ropa cuando esta estaba hecha jirones (un guarro).
Fue este Felipe el que mantuvo los fueros a los territorios del País Vasco y Navarra (los famosos “derechos históricos”) por apoyar a la casa Borbón frente a los Austria durante la Guerra de Secesión que acabó con la firma del famoso Tratado de Utrecht en 1713 (el de Gibraltar para los británicos). Lo que ya no sé es si Batasuna y el PNV son todavía monárquicos y pro-Borbones (es broma).
Dejo la historia; solo quiero añadir que no existió ningún rey Pasmado. Esa es una novela de Torrente Ballester (Crónica del rey pasmado, 1989) que llevó al cine Imanol Uribe; y yo buscando en internet al rey pasmado porque me gustaba el mote. Yo sí que estoy pasmado.
Al grano. ¿Por qué Juan Carlos I y Felipe VI no tienen mote? Es injusto que se libren, además un mote les hace más humanos.
Por tanto, esta entrada es una consulta popular – de esas que gustan tanto – para decidir el mote que les ponemos. Voy a dar 5 alternativas para cada uno, y dejaré una opción en blanco para quien quiera optar por otro mote.
Mis propuestas para Juan Carlos I son:
- Juan Carlos I el Campechano (ya empleado en alguna ocasión)
- Juan Carlos I el Bobón (de joven lo parecía, así lo llamaban nuestros padres)
- Juan Carlos I el Mujeriego (vox populi)
- Juan Carlos I el Chitón (por aquello del ¡Por qué no te callas!)
- Juan Carlos I el Donaciones (según las ultimas noticias sobre comisiones recibidas y donaciones a su amante y por las decisiones de su hijo como consecuencia de ello, que las hacen parecer más veraces)
No añado el Cazador (de elefantes) porque ya hubo uno, Carlos IV.
De Felipe VI, se me ocurren los siguientes:
- Felipe VI el Preparao (el más preparado, dicen)
- Felipe VI el Gafe (le pasa todo: comenzó con la “corona” bajo mínimos de valoración en plena crisis económica, su cuñado Urdangarin, el procés de Cataluña, el 15M y Podemos, partido muy votado y antimonárquico furibundo, la pelea de su madre y Letizia en público y ahora su padre mezclado en negocios feos, muy feos)
- Felipe VI el marido de Letizia I (sobran explicaciones)
- Felipe VI el Lacio (que soso es)
- Felipe VI el Perfecto (por la cuenta que le trae)
Si queréis participar en la encuesta, seguid este enlace:
https://forms.gle/uHFdXRaYVvN3FGTN8
La encuesta es anónima. Los resultados de la encuesta, si llego a un mínimo de respuestas, serán publicadas en otra entrada.
«El largo»: No se ha librado de los apodos. Cuando estaba en el internado en Canadá le llamaban Flip. En la academia militar ‘el rubio más largo’ y sus amigos de promoción le siguen llamado con cariño, ‘SAR’ (su Alteza Real).
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Yo le pondría «el re(y)puesto» Rey puesto por Franco. O tambien » el re(y)negado» por renegar del movimiento.
Y hablando de motes aquí en A Guarda. Muchos no se conocen por el nombre solo por el mote y es curioso que mucho de los lotes se refieren al aspecto físico (sube y baja) era uno que tenía una pierna más larga que otra y claro
… (0 xijante) media metro y poco (o dejolado.) Un accidente le había dejado la cabeza así para un lado .(a mexa frío) era muy alta y meaba de pie y al llegar el pis al suelo ya estaba frío. Y así podríamos escribir un libro.
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