Debo agradecer al gobierno socialista que haya refrescado mis recuerdos de Franco. Por si tenéis dudas, me refiero a este Franco:

De hecho, tengo muy pocos recuerdos. Siendo niño, tengo la imagen grabada de haberlo visto pasar por la calle Hernani de San Sebastián en un coche negro, casi funerario. Es una foto en blanco y negro, veo su perfil y su nariz, dentro del coche. Ya sabéis que Franco veraneaba en San Sebastián, llegaba de Galicia en el Azor, un barquito de juguete en comparación con los lujos de hoy en día. También recuerdo la gente que le vitoreaba al pasar, casi todas mujeres.
Otro recuerdo de Franco que no olvido fueron sus 5 últimas penas de muerte y cómo San Sebastián estuvo patas arriba durante muchos días. Ni salíamos de casa. Según he leído ahora fueron juzgados – en juicio sumarísimo – por un tribunal militar. Los juicios duraron bien pocos días y fueron ejecutados el 27 de septiembre de 1975. Esos días estaba declarado el Estado de Excepción en el País Vasco. El Franquismo estaba desatado.
También recuerdo la fama que tenían el gobierno civil de San Sebastián y el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo como centros de tortura. En el gobierno civil trabajaba Melitón Manzanas, donostiarra y colaborador de la Gestapo durante la 2ª guerra mundial, primer asesinado por ETA de forma planificada, en 1968. Investigando un poco, he aprendido que por sus manos pasaron José Ramón Recalde y Luis López de Lacalle, a los que ETA 30 años después asesinó (al segundo) y dejó herido con un tiro en la cara (al primero). ETA acabó lo que Franco había empezado.
El Franquismo y sus formas duraron todavía unos cuantos años. Por el cuartel de Intxaurrondo pasaron Lasa y Zabala en 1983, aunque su asesinato y desaparición no se supieron hasta muchos años después. También tengo muy vivo el recuerdo del 1 de septiembre de 1979 cuando un “policía armada” le pegó un tiro de fusil a 10 metros de distancia a un manifestante de 18 años cerca de donde yo vivía, junto a la floristería Villa Flores. La bala le entró por la espalda y salió por el pecho. Al policía le cayó 1 año de prisión porque esa bala no debía estar en ese cargador. Debía ser una bala de goma. Entonces gobernaba Suárez tras ganar las segundas elecciones generales, ya estaba aprobada la Constitución y la Falange obtuvo 1 solo diputado (Blas Piñar). El ministro del Interior era Antonio Ibáñez Freire, militar, voluntario de la División Azul, exgobernador civil y exjefe provincial de la Falange y de las JONS en varias provincias. De repente todos los franquistas se hicieron demócratas.
Demos un salto en el tiempo de 40 años. Veo hoy las imágenes de la policía o “mossos” reculando ante los CDR y cayendo de culo y la verdad es que me quedo sorprendido. Igualito que entonces. Es cierto que la libertad de prensa y la cantidad de periodistas y cámaras en todas las manifestaciones ayuda a que la policía no se pase ni un pelo. Lo de los reporteros con un casco puesto retransmitiendo las cargas tiene un puntito cómico, no me lo negaréis. Según he podido deducir por la prensa los heridos en estas últimas semanas no llegan a 700, más de la mitad policías. El mundo al revés. Os recuerdo que el 1-O del 2017, día del referéndum catalán, los del “process” aseguraron que hubo unos mil heridos por la brutalidad policial: vaya eficacia en tan pocas horas. No me gustan las trolas, pero menos me gustaron los porrazos.
Por cierto, el nombre de CDR (Comités de Defensa de la República) tiene un “no sé qué” que me recuerda a las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista). Tanto se parecen que mientras los primeros proclaman hoy eso de «els carrers seran sempre nostres» (las calles serán siempre nuestras) a Fraga se le atribuye la frase, siendo ministro de la gobernación en 1976, aquello de la “calle es mía”.
La exhumación de Franco ha coincidido con las barricadas, pelotas de goma, pedradas y demás parafernalia de la lucha urbana. La exhumación – día 24 de octubre – ha sido retransmitida por todas las televisiones estirando la noticia todo lo posible. El programa de La Sexta “Al Rojo Vivo” batió su récord de audiencia. Entre Franco y el jaleo de Barcelona, menuda bicoca para las teles y sus tertulianos.
La exhumación tuvo cierto tufillo de propaganda o populista, como lo fue el propio Franco cuando impuso las pagas extras a las empresas. Primero la de Navidad en 1944, porque España se moría de hambre. Para hacernos una idea, la tasa de mortalidad infantil en Jaén en el año 1942 fue del 35%. Fue la medida anterior tan popular (= populista) que unos pocos años después, por el día 18 de Julio se instauró la que hoy es la paga extra de verano. Espero que a nadie se le ocurra eliminar ese vestigio franquista, aunque primero Zapatero y luego Rajoy ya hicieron un amago durante la crisis.
Todo lo anterior debe servir para recordar lo que fue Franco y cómo fue aquello de la transición, no tan ejemplar como nos intentan convencer de forma machacona. Tampoco hoy en día vivimos en un estado fascista y opresor. La comparación no se sostiene.
Por fin Franco descansa junto a su esposa, Doña Carmen Polo, que es lo que se merece. Tantos años de soltería eran inmerecidos y ni mucho menos podía tener un lugar preferente en ningún sitio.
Querido German, te leo siempre con atención crítica y unas veces más que otras comulgo con tu opinión (otras las respeto y reflexiono sobre ellas). Sin embargo, debo reconocer, seguro por mi momento o incapacidad, que me he perdido por lo que te propongo a la mayor brevedad , que me dejes que te invite a un café o mariscada (a tu libre elección) para que me ilumines sobre mis dudas, que contrariamente a lo habitual no he conseguído captar… (date aire, para que no pueda caer sobre tu conciencia mi perdida de sueño… ) … abrazo … Javierito
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