Yo, cromañon

He leído en las noticias el hallazgo de unos anzuelos en la isla de Okinawa datados en unos 23.000 años de antigüedad. Ahora entiendo la afición de los japoneses por el pescado: les viene de lejos.

anzuelos

23.000 años es mucho tiempo; está cerca del final Paleolítico (período llamado Superior, entre unos 35.000 y 10.000 años AC) que coincidió con el final de la última glaciación. Es la Edad de Piedra. Nos dedicábamos a cazar y recolectar. Fue entonces cuando el Homo Sapiens, nuestro cromañón, remplazó a todos los anteriores “Homos”: neandertal, erectus, etc. a lo largo y ancho del mundo.

estatua-edad-de-piedra

Es la época de las pinturas rupestres, estrategias de caza (de mamuts nada menos), de las lanzas y de las pequeñas figuras (como la Venus de Willendorf datada 25.000 años AC).

Pensad que el Neolítico sólo comienza hacia el 7.000 AC, una vez finalizada la última glaciación y asentado el cambio climático (que transcurrió entre el 12.000 y el 8.000 AC).  Con el Neolítico surgen la agricultura, los poblados, se domestican los primeros animales y por tanto nace el pastoreo y la trashumancia.

Una vez ubicados en el tiempo volvamos a nuestro anzuelo. O mejor dicho ¿Quién inventó el anzuelo? ¿A quien se le ocurrió clavar un gusano en una especie de hoz afilada? Ese cromañón es el Leonardo da Vinci del Paleolítico. Sin él no existiría el pescaíto frito, la dorada a la sal,  el marmitako ni el bacalao al pil-pil. Por eso también se habla de las artes de pesca; sólo un Leonardo – genio y artista – podía idear el anzuelo.

Nuestro Leonardo cromañón siguió evolucionando y con él los anzuelos. De concha, de hueso, cuerno o madera. Luego llegó la Edad de Bronce, y pasamos al metal.

Hoy en día los anzuelos son peligrosos, te los clavas sólo con mirarlos. Se usa el acero con alto contenido en carbono, aleado con vanadio y con diferentes protecciones contra la corrosión. Se afilan químicamente o con láser.

La pesca es el arte del silencio y de la paciencia; de la prueba y el error. Es pura observación: hay que pescar muchas veces y comprobar y relacionar corrientes, estado de la mar, lluvia, sol, marea, luna (¡cuánto influye!) o cebo. Hay que usar diferentes aparejos, distancias al fondo, a la costa, señuelos, etc. Aunque tampoco hay que complicarse la vida. El mejor cebo es aquel que se recoge en la zona: ¿Hay camarones en las charcas con marea baja? Pues camarones. ¿Es verano y ya es época de sardinas o anchoas? Pues a por lubinas, pargos, corvinas, etc. que es lo que les gusta.

Los humanos actuales somos cazadores-recolectores, no nos engañemos. Somos cromañones evolucionados, como los anzuelos. Seguimos yendo a por setas, a por piñas para la chimenea, a por espárragos trigueros y si vemos una higuera con frutos, miramos a ver si podemos llevarnos unos pocos.

Ya he leído en alguna página web que la pesca por ocio, es una actividad aberrante, inmoral, cruel e innecesaria a pesar de estar socialmente aceptada. No sé si lo dicen por el sufrimiento del pescado o por el del gusano, en su caso, porque le meto el anzuelo por la boca y lo atravieso entero. En el caso de los cangrejos, especialmente si están blandos (en época de muda), también se les atraviesa con delicadeza. Lo que ya no sé es si los moluscos como navajas y almejas sufren. Tengo que preguntarlo.

pescandoAlguien quiere estropearme una de mis pocas aficiones, esa que me permite no pensar en nada ¡qué paz! y sólo concentrarme en el corcho o la punta de la caña. Puedes estar horas sin hablar, sólo mirando, disfrutando del silencio humano, acompañado por el sonido sordo del mar y los chillidos agudos de las gaviotas. La emoción de ver la viyuela rebotar sobre la superficie o hundirse como un tiro es insuperable. Notar el pescado al otro extremo de la línea. Todos pelean de manera diferente: el pulpo es como un saco de plástico, un peso muerto; la caballa se vuelve loca, nada con todas sus fuerzas de un lado a otro y los pargos luchan a tirones, intentando volver al fondo violentamente.

No sé cómo nuestros antepasados sin libros, ni internet ni Wikipedia pudieron evolucionar. Me gustaría pensar que la pesca les ayudó: observar, relacionar, sacar conclusiones y ponerlas en práctica es lo que posiblemente nos ha hecho avanzar.

Yo sigo pescando e incluso a veces me llevo algo para casa y me lo como. Como hacían los cromañones hace 23.000 años.

 


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