Dana, hasta el nombre me molesta

Lo primero que quiero decir es que las famosas “gotas frías”, por arte de magia, se han convertido en DANAs. DANA, o Depresión Aislada en Niveles Altos. Son lo mismo. La DANA ya no es noticia, por eso es bueno mirar atrás y recordar.

LA INDIGNACION

Lo sucedido el 29 de octubre de 2024, ahora que ya sabemos un poco más – solo un poco – hace que tengamos algunas certezas:

La primera y más importante, es que la lluvia fue extraordinaria. Lo cual no quiere decir que no hubiera pasado antes.

Se emitieron suficientes avisos meteorológicos, con la debida antelación y alertando de la severidad de lo que se avecinaba.

En cualquier caso, las predicciones son eso, predicciones. Cuando hay tal predicción, hay que ponerse en la peor y estar en guardia. Sospecho que ni autoridades ni población se esperaban semejante tormenta. Si los ciudadanos pueden equivocarse, las autoridades no. O sea, CECOPI en marcha, refrescar los contactos con los principales actores, como la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Delegación del Gobierno, bomberos, ayuntamientos, Guardia Civil, etc.

En Valencia las gotas frías son frecuentes. La población conoce el fenómeno, pero es el cuento del lobo, y en este ocasión llegó en serio. Algunos intentaron sacar los coches de los garajes a última hora.

En el CECOPI no se enteraron de nada; además se “constituyó” a las 17h de ese mismo día. Tarde y mal. Lo que me queda claro es que el “mando único” era ejercido por la consejera de Justicia, cesada el 20 de noviembre.

El famoso mensaje a los teléfonos móviles se distribuyó a las 20:11, otra vez tarde y mal. Ya había muchas poblaciones inundadas, y además el texto decía:

«Alerta de Protección Civil. Por las fuertes lluvias y como medida preventiva se debe evitar cualquier tipo de desplazamiento en la provincia de Valencia. Estén atentos a futuros avisos a través de este canal y fuentes oficiales, en X@GVA112 y en Apunt»

“Como medida preventiva” dicen, y ya se había ahogado gente. En la riada de 1957, con Valencia bajo 5 metros de agua en algunas zonas al desbordarse el Turia, hubo 81 muertos según cifras oficiales. El aviso de la que se avecinaba llegó al gobierno civil por teléfono. Y se lo creyeron. La policía local, serenos y guardia civil avisaron puerta por puerta poco antes de la primera riada (hubo otra 12 horas después).  El mensaje de radio entonces explícitamente instaba a los habitantes a no salir de casa y a refugiarse en pisos o lugares altos (escuché el mensaje en la radio hace unos días, pero no puedo encontrar el texto íntegro). O sea, ni wasaps, ni SMS, ni estar localizados permanentemente, ni CECOPIs: sospecho que entonces al que le tocaba tomó las decisiones. Menos zarandajas de critical thinking, leadership, decision making, problem solving, thinking outside the box, resilience y demás barbarismos. Todo eso ya está inventado hace siglos. No seré yo quien diga que con Franco funcionábamos mejor, pero en este caso quizás sobraron inútiles, y las relaciones institucionales y personales no funcionaron. Entonces eran todos del mismo equipo (del Real Madrid, creo). Gracias a las obras públicas posteriores a aquella inundación esta vez Valencia se ha librado de una inundación semejante, pero creo que se olvidaron de los vecinos del sur. Ahora supongo que les tocará a ellos.

Volviendo al CECOPI, Tengo la impresión de que eso era el camarote de los hermanos Marx, con móviles echando humo, wasaps, etc. pero allí nadie coordinaba ni mandaba.

Me llama la atención que nadie de la Administration central o nacional estuviese físicamente allí, ni la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ni la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ni la delegación del gobierno. Estaban conectados vía “Teams” o cualquier otro sistema, el cual falló durante una hora.

La segunda es que ríos, embalses, ramblas y barrancos sí que se controlan, pero los de la Confederación Hidrográfica del Júcar se dedican a mandar emails o a hablar con sus jefes. Además, he leído que el control hidrográfico de algunas ramblas y otras zonas es de responsabilidad autonómica. Genial.

Lo de Mazón y su comida es anecdótico, pero significativo. Estaba desaparecido cuando pintaban bastos y los que el eligió para estas cosas debían estar mentalmente bloqueados, ni escuchaban ni sabían que hacer. Mazón no era el jefe, el designado como mando único, pero es el responsable de que las cosas hubiesen funcionado.

Se sabe que están los que hacen (los doers) y los que hablan, sean jefes, colegas o cualquiera que pasa por allí. Estos últimos opinan, sugieren, critican, etc…o sea, como yo ahora mismo. Siempre, siempre, hay que ponerse en lo peor. Como cuando se avisó de un temporal desatado en Tarifa y luego fue…un temporal normal para los lugareños. 100 km/h de viento Levante. Los restaurantes, bares y demás pusieron el grito en el cielo. Se había espantado a los turistas.

El resultado de la gota fría fue, con datos de Enero 2025:

232 fallecidos (224 en Valencia)

37.000 personas tuvieron que ser rescatadas, algunas de ellas por los helicópteros de Salvamento Marítimo durante la primera noche por ser de los pocos que vuelan de noche, habituados a esas operaciones. Hacen ejercicios de ese tipo todas las semanas, izando gente de los barcos.

600.000 personas se quedaron sin agua potable, 150.000 usuarios sin suministro eléctrico y 220.000 líneas de telefonía fija y 300.000 móviles resultaron afectadas.

Hasta finales de diciembre ya se acumulan 400.000 toneladas de basura. 128.000 coches al chatarrero.

No está finalizada la limpieza de bajos y garajes, se considera que la retirada de basura y escombros en la calle está llegando a su fin, pero todavía hoy es necesaria la distribución, en mucha menor medida, de agua, alimentación y enseres.

Peor no se puede hacer.

Dedicado al que cogió el teléfono en el Gobierno Civil el año 1957. Se lo creyó, no como estos pedorros de ahora y dedicado también a mis colegas de los Helimer de Salvamento Marítimo. No fallan.


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