Origen de los 8 apellidos vascos

El sevillanito de la peli “8 apellidos vascos” tuvo que tirar de imaginación para juntar los 8 apellidos. Esta fue la escena:

La decepción de Karra Elejalde es evidente: “! Clemente no es vasco ni pa Dios!”, y sigue, antes de sentarse a cenar: “Pero este como es Clemente igual se pide paella o algo”.

Los apellidos vascos como seña de identidad. Todo lo adquirido en la cuna no es ninguna broma, sean costumbres, educación, idioma, haberes o lo de los apellidos en el caso de los vascos. Hoy nos reímos de lo de los apellidos, se ríen, incluso nos preguntan cuántos tenemos, pero hace unos 500 años no era una broma.

Según el Fuero del Señorío de Bizkaia del siglo XV “todos los naturales, vecinos e moradores de dicho Señorío de Bizkaia, Tierra Llana, villas, ciudad, Encartaciones é Durangueses eran notorios hijosdalgos é gozaban de todos los privilegios de homes hijosdalgo”. O sea, TODOS los vizcaínos eran hidalgos por tanto podían acceder a cargos públicos en el nuevo Reino de España, podían ser oficiales del ejército o armada, no tenían levas forzosas, no podían ser torturados, no podían ser cargados con impuestos arbitrarios, y las mujeres vizcaínas tenían personalidad jurídica propia e independiente de los hombres.

Se conseguía ser vizcaíno según el mismo Fuero “probando ser naturales de vizcaínos, hijos descendientes de ellos, a saber, que su padre o abuelo de parte de padre son y fueron nacidos en el dicho Señorío de Bizkaia”.  Es la hidalguía universal. Hidalgo por vasco, toma ya. Por tanto, eso de mezclarse con moros y judíos conversos, o sin convertir, no convenía. Fue Balmaseda, en el año 1486 (6 años antes de que lo hiciesen los Reyes Católicos) el primer pueblo que expulsó a los judíos de la ciudad. En el mismo Fuero del Señorío de Bizkaia ya revisado en el siglo XVI se puede leer: “en Bizkaia no se avecinden los que fueren de linaje de judíos y moros; y los que vinieren han de dar información de su linaje”. O sea, limpieza de sangre, cristianos viejos, hidalgos a ciencia cierta. Los que no podían demostrar sus orígenes, expulsados. Me río yo de la Unión Europea y de los problemas migratorios. Los vizcaínos lo tenían claro.

¿Y cómo demostrabas tus orígenes? Por los apellidos. Vascos, cuantos más, mejor.

¿Tendrá algo que ver el cachondeo de los apellidos vascos con los Fueros de hace 5 siglos? ¿Se nos ha quedado grabado en las meninges? Enlazar ambos conceptos es fácil, sobre todo teniendo en cuenta que los Fueros fueron derogados definitivamente en 1876, tras perder los Carlistas la tercera y última guerra Carlista. Como reacción surgió el Partido Nacionalista Vasco, pero eso ya es otra historia.

Bien joven leí la lista de mis 16 apellidos, que ya no recuerdo en su totalidad, pero dos eran del estilo Clemente. Las cosas como son. Para compensar semejante afrenta genealógica me refugio en la teoría de que los perros más listos son los chuchos y no los que tienen un pedigrí perfecto, y la más evidente es lo de los Borbones y sus taras, por eso Felipe VI se casó con una plebeya. Don Juan -el padre del emérito- y doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans eran primos hermanos. Incluso Juan Carlos y Sofia son primos lejanos.  Si miramos al siglo XIX la cosa no tiene desperdicio. Fernando VII se casó con dos sobrinas y una prima. Su hija Isabel II, la que provocó las guerras Carlistas y muchos más entuertos, fue fruto de Fernando y su sobrina, Maria Cristina Borbón-Dos Sicilias. Los parecidos al cabo de los siglos son evidentes.

Fernando VII Vs Froilán, Carlos IV (padre de Fernando VII) Vs Juan Carlos I

Volvamos a los apellidos vascos. Un estudio de 1998 estimaba que de los residentes en Euskadi solo un 20% contaba con los dos primeros apellidos vascos y un 24% solo tenía uno de los dos. Un 30% de los recién nacidos en Euskadi son de madre extranjera – hay que ver lo del sexo en Euskadi -, por tanto, los apellidos vascos se van diluyendo como un azucarillo.

Estamos en la época de la mundialización, vivimos aquí y allá, nuestros hijos trabajan en casa o en el sudeste asiático. Por ello ahora es tanto o más importante saber conservar lo propio, el idioma, las tradiciones y costumbres, y si toca irse hay que aceptar tu nuevo entorno, adaptándose a él. Siempre hay cosas que aprender. Lo de los apellidos es una tontería, pero si no queremos acabar pensando y actuando como un neoyorquino o un pekinés, mejor nos aseguramos de conservar la herencia recibida en la cuna.

Dedicado a las regatas de traineras de La Concha, a la Feria de Jerez, a la tortillita de camarones, a las kokotxas en salsa verde, y al día de San Antonio en Lisboa y sus sardinas con su ración de pimientos asados. ¡Qué lujo!


3 respuestas a “Origen de los 8 apellidos vascos

Replica a Juan Cancelar la respuesta