Quedé atónito al escuchar en la TVE a un tertuliano decir que los políticos españoles tenían que pensar fuera de la caja.
A los pocos días una cualificada señora soltó en la radio (cadena SER) que el problema de Cataluña se puede resolver con una aproximación holística.
Como sabéis tengo cierta manía a los barbarismos, es decir, a la importación de expresiones extranjeras cuando ya existe el equivalente en español.
Los encargados de incorporar la mayoría de dichos palabros sin ningún tipo de pudor son nuestros gurús de gestión y finanzas, todos ellos preparados o con experiencia más allá de nuestras fronteras. Quedan de maravilla pues nadie les entiende; y los tontos asombrados ante sus indescifrables palabras inmediatamente se ponen a repetirlas hasta que aparecen en periódicos, algún tertuliano las suelta en la tele, etc.
Hacer lo complejo entendible, explicar las cosas para que la audiencia te siga sin dificultad y, en definitiva, usar la palabra cierta, es un arte. Ya lo decía Leonardo.
Empecemos con eso de “pensar fuera de la caja”. Los ingleses dicen Think out of the box o think outside the box que es equivalente a pensar creativamente, pensar de forma no convencional; tener un pensamiento más innovador y original; reflexionar sin prejuicios; pensar fuera de nuestros parámetros habituales o pensar con originalidad. La que más os guste. Esta expresión está íntimamente ligada al pensamiento creativo. Se popularizó en los años 70 y recientemente ha sido exportado al español.
El siguiente ejercicio se usa como ejemplo. Hay que unir 9 puntos que forman un cuadrado sin levantar el lápiz y en solo 4 trazos rectos. Los 9 puntos simbolizan la caja.
No conozco a nadie que lo solucionara a la primera. Os sugiero intentarlo sin hacer trampas parando el video a tiempo (no como yo).
Sigamos con el segundo palabro. La aproximación holística.
Podemos entender que el “todo” (holos en griego), por ejemplo un ser humano, es más que las partes que lo componen; por tanto, para comprender y estudiar cualquier sistema (social, físico, lingüístico, biológico, etc.) no puede basarse solo en sus componentes, sino que debe considerar la interacción entre estos y con el medio externo. El holismo considera que el sistema completo se comporta de un modo distinto que la suma de sus partes y en muchos aspectos son superiores y más complejos que la suma de estas. El holismo nació como método en 1926 y su precursor fue un sudafricano llamado Jan Christiaan Smuts.
Hasta ahí lo que entiendo.
Los angloparlantes usan desde hace varios años la expresión holistic approach. Está considerada una buzzword, es decir, una palabra de moda que debe evitarse. Nosotros, siempre tan cachondos, la incorporamos alegremente mediante traducción directa. El resultado es la aproximación holística.
Para colmo a veces decimos aproximación en lugar de enfoque. Porque aproximarse es acercarse, arrimarse.
¿Cómo se dice en español? Enfoque integral, enfoque de conjunto, global, etc.
Un enfoque holístico y lo de pensar fuera de la caja fue lo que los romanos aplicaron a los cristianos cuando intentaron reprimir su expansión (es ironía). El resultado son 2.350 millones de cristianos, siendo esta religión la prevalente en el mundo. El tratamiento dado a Pedro es un buen ejemplo de lo que no se puede hacer:
“Por temor de su vida a causa de la persecución de Nerón a los cristianos en el año 64, Pedro intentó escapar de Roma. Pero en el camino se encuentra con Jesús cargando una cruz en la Vía Apia y Pedro le pregunta a Jesús: ¿Quo vadis, Domine? («¿Adónde vas, Señor?») y el Señor le respondió: Romam vado iterum crucifigi («Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo»). Así que Pedro, avergonzado de su actitud, entendió que debía regresar de nuevo a Roma para continuar su ministerio y dar su vida por Cristo. Allí fue arrestado una vez más, siendo posteriormente martirizado y crucificado cabeza abajo. En el lugar de su martirio se levanta hoy día, según la tradición, la Basílica de San Pedro de El Vaticano y en la cripta de la Basílica reposan sus restos.
Mi amigo el Txino me dijo hace 30 años que en el ámbito de los negocios no se debe ganar por goleada, o lo que es lo mismo, se deben encontrar acuerdos satisfactorios para todas las partes mediante soluciones imaginativas (Thinking out of the box) y enfoques globales (viendo más allá de lo inmediato y evidente, holistic approach). No hay que apretar las tuercas hasta el infinito, ni humillar a la otra parte, ni mucho menos crucificarla cabeza abajo. Yo digo que ese principio es de aplicación a todos los ámbitos de la vida: en el deporte (pensad en los partidos de fútbol de benjamines que acaban 14-0), cuestiones laborales, sociales, divorcios y por supuesto, la política.
No voy a escribir ni opinar sobre Cataluña. Es demasiado complejo, demasiados errores pretéritos y demasiada testosterona. Por cierto, ¿Qué hace Puigdemont en Bélgica? ¿Se cree que el Rajoy lo va a crucificar cabeza abajo? (es broma, es para quitar hierro a todo este lío).
Dedico esta entrada a mi amigo el Txino y a todos los catalanes que conozco, esperando que vencedores y vencidos de las próximas elecciones en Cataluña el 21 de Diciembre se lean esta entrada y se pongan de acuerdo, con ración extra de “thinking out of the box” y de “holistic approach”, para contestar al título de esta entrada: ¿Quo vadis, Hispania?
Muy de acuerdo pero aún diría más. No todo vale. Esta quedando una España que da puta pena, y que parece que a muchos ya les va bién.
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