Y tú, ¿qué piensas?

Nada. Nunca pensé que llegase a ser un descreído, pero hoy es el día en que cualquier cosa que lea o vea me importa un pimiento porque no me la creo.

Es mejor no pensar, no opinar, porque los relatos (digo bien relatos, no información) nos llegan mediatizados, manipulados, distorsionados, exagerados o no nos llegan porque no interesa. Tantas veces los creí y resultaron ser mentiras o errores que más vale oír y callar. Como dicen los portugueses, ¿Por que nós temos duas orelhas e uma boca?

Ya solo creo en lo que veo y las experiencias personales de los que me rodean, siempre que no repitan lo que ya he oído o visto en internet, periódicos, radios, YouTube, Instagram o lo que sea. Por tanto, mis opiniones y creencias están tan limitadas que el Mar Rojo, Irán, Gaza, Ucrania, Israel, Trump, Sánchez, Vox, inmigración, Putin y demás personajes y lugares me son ajenos. No me dan igual, sigo siendo persona con sentimientos y principios (pocos, pero elegidos), pero cuestiono todas las fuentes que me bombardean. Algunos ejemplos:

España y la inmigración (y digo inmigración para distinguirla de la emigración): bienvenidos sean, pero ay de aquel que la lie. No caben casos como el del viejo de 77 años que mató a un ladrón de nacionalidad hondureña de nombre Nelson David Ramírez el 31 de Julio de 2021. Nelson fue detenido en 6 ocasiones en un mes siendo la primera detención el 26 de junio de ese año cuando robó una furgoneta rotulada. Un ciclista lo vio y lo saludó pensando que era el dueño, y supuestamente Ramírez giró e intentó atropellarlo, incluso lo arrastró por el suelo, para después huir a toda velocidad.

Nelson David Ramírez no tenía que haber muerto, tenía que estar en Honduras. Es él el protagonista, no el viejo que se pasó unos meses en la cárcel.

Israel, Gaza y la madre que los parió: en Oriente próximo una vida vale menos que un paquete de pipas. Con esa premisa, todo puede pasar. Unos pocos datos:

Egipto invadió la franja de Gaza en 1948, birlándosela al recién creado estado de Israel tras una guerra de 15 meses; todos los árabes contra Israel cuando proclamó su independencia de acuerdo con la Naciones Unidas. Según dicho acuerdo, Palestina se dividía en 2 estados. Como admirador del legado británico, estos se lavaron las manos del conflicto que ellos mismos crearon, pasándole la pelota a la ONU (ironía).

En la guerra de los seis días (1967), guerra iniciada por una coalición de países árabes, Israel conquistó la península del Sinaí y la Franja de Gaza que estaban en manos de Egipto.

Tras los Acuerdos de Oslo de 1994 Israel abandonó la franja de Gaza. Lo malo de esta historia es que Hamas venció a Al Fatah en 2007 (los de Yasser Arafat, que habían firmado un acuerdo con Israel), y vuelta a empezar con la pelea.

Antes de ayer, el 07 de octubre de 2023, Hamas se cargó a unas1200 personas, la mayoría israelíes, y secuestró a otras 250. Con Netanyahu en el poder la reacción ha sido incluso peor de lo que cualquiera podía imaginar. Los muertos se cuentan por decenas de miles (de 60.000 a 100.000, curiosamente 60.000 según las autoridades palestinas y 100.000 según estudios independientes). Desde hace pocos meses Israel está provocando una hambruna, por mucho que la propaganda palestina exagere e utilice algunas imágenes no relacionadas con la hambruna. Es propaganda, pero los tiros de los soldados israelíes matando palestinos cuando se acercan a los camiones de comida, tienen toda la veracidad.

A los palestinos solo les apoya Irán (chiitas) y sus brazos terroristas o de liberación nacional según se mire (Hutíes, Hamas, Hezbolá). Los suníes son mayoritarios en el resto de los países árabes y están en un sí, pero no. Por ejemplo, Egipto ha aceptado cero refugiados de Gaza. Es más, la valla egipcia que mantiene a los palestinos en Gaza es la envidia de Trump. Israel trata a los palestinos como perros y estos responden como perros rabiosos. No hay piedad por ninguna de las partes. La madre que los parió.

España y la multiculturalidad: suena genial pero cuando el tronco de escalera empieza a oler a comida multicultural ya no es tan genial. Recuerdo un vecino nepalí aquí en Portugal que lograba que casi todos los días oliese a masala (que se traduce como especias). El curry (mezcla de cilantro, ajo, jengibre, clavo, comino, cúrcuma, etc.) invadía todas las habitaciones. Hoy, mi vecino Hemantha tiene un restaurante en pleno Estoril y voy de vez en cuando. Tiene muchos platos geniales como el tikkamasala de frango, caril de camarão, chamuzas, chowmin (esparguete con gambas e vegetais) o el humilde nan (una especie de pan). Por cierto, Hemantha es el vivo ejemplo de inmigrante que tira palante (toma ripio). El y su mujer cuidaban de la prole de una familia numerosa. Cuando la familia tuvo que trasladarse a Panamá, se quedó en Portugal porque la prole ya había crecido. Empezó a trabajar en el casino de Estoril, en restaurantes, y pudo abrir el suyo, siempre con una sonrisa. Tuvo la mala suerte de abrir el restaurante justo antes del COVID, y para colmo su mujer murió de COVID. Gran persona Hemantha.

La multiculturalidad requiere algo de lo que en España andamos muy escasitos: el respeto. En España no va a funcionar. Además, como este asunto está politizado, no cabe ninguna discusión. O fachosfera o el buenismo del frente progresista. No hay otras alternativas ni posibles soluciones a medio plazo.

Dedicado a los palestinos y a los inmigrantes, porque muchos de ellos no se merecen las patadas que les damos en el culo. Y los que no entran en ese grupo ni pobrecitos ni que pena, patapúm p’arriba con ellos.

Mientras acababa este intento de aclararme las ideas, un funicular en Lisboa -que usé hace bien pocas semanas- tuvo un accidente dejando 16 muertos y otros tantos heridos. Lo único que saco en limpio es que nosotros, reserva espiritual del mundo gracias a nuestra filosofía, principios morales, cristianismo, sociedad del bienestar y demás zarandajas creamos seres que aprovechan el accidente para hacerse una foto. ¿Qué hacemos con esa pájara?


2 respuestas a “Y tú, ¿qué piensas?

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