El KARMA

Siempre he pensado que debemos ser responsables de nuestros actos, y de los no actos, o sea, de nuestra inacción. También me rondaba la cabeza la idea de las consecuencias de todo ello, a veces muchos años después. Una frase o una acción pueden volver como un bumerán 30 años después en forma de reproche o de reconocimiento, cuando ya estaba perdida en tu frágil memoria.

Eso, por lo visto, es el karma, credo central del hinduismo y el budismo (entre otros ismos). Es la ley cósmica de retribución, y su mayor consecuencia son las rencarnaciones que vienen condicionadas por tus actos. Las primeras referencias del karma se encuentran en escritos del siglo VII antes de Cristo. Demos un salto en el tiempo hacia delante de 27 siglos. Hemos llegado al siglo XIX.

China se forraba entonces a base de vender té, seda, porcelana y obras de arte a occidente. Los países occidentales, entre ellos los EE. UU., Rusia, Holanda y sobre todo el Reino Unido se dedican a inundar China con opio. Este tráfico ilegal de opio por parte de los ingleses provoca una epidemia, afectando al desarrollo de China y su día a día. Todos los chinos colocados. Se estima que la mitad de la población china acabó consumiendo opio. El Emperador manchú de turno prohíbe el tráfico y su consumo, y tras un par de aprensiones y escarceos, se libra la primera guerra del opio (1839-1842) que fue seguida por una segunda entre 1856 y 1860. Resultado: China aplastada.

El comercio del opio fue legalizado, se abrieron varios puertos al comercio internacional y tuvieron que entregar diverso territorios (por ejemplo, Hong Kong y Vladivostok). Los chinos no olvidaron la afrenta -el siglo de la humillación le llaman los historiadores chinos- y los británicos tienen como recuerdo el banco HSBC (the Hong Kong and Shanghái Corporation). Hong Kong lo tuvieron que devolver…hace bien poco (1997). Los rusos no piensan devolver Vladivostok.

China está devolviendo la humillación sufrida. Vende a los cárteles mexicanos los químicos necesarios para producir el famoso fentanilo, un opiáceo sintético como la oxicodona, más potente que ninguna, 100 veces más potente que la morfina. Los opiáceos “naturales” (morfina, cocaína, heroína) son una broma en comparación con el fentanilo. Además, es más barata de elaborar que cualquier otra, y solo se tardan 2 horas en producirla. Es la droga perfecta.

La magnitud de la epidemia en los EE.UU. es tal que se ha declarado la emergencia nacional. El gráfico de abajo es devastador. El número de muertos por fentanilo en el 2021 fueron cerca de 71.000 (casi 200 diarias, y subiendo) de un total de 107.000 muertes por sobredosis.

La fuente es el Centre for Disease Control and Prevention de los EE.UU.

Ya he dicho muchas veces que Europa copia todo lo que viene de Norteamérica. Los ingleses ya están tomando medidas para evitar una epidemia semejante.

El karma, 200 años después.

Dedicado a Lin Hse Tsu, funcionario chino en Cantón que libró una dura batalla contra el tráfico de opio. Se le culpó de las desgracias que trajeron la derrota contra los occidentales – lo mandaron al desierto de Mongolia -. Hoy está ya rehabilitado en la memoria de China -memoria histórica, pues-. Es un héroe nacional e icono contra la corrupción.   


Una respuesta a “El KARMA

  1. Me ha encantado tu reflexión, German!!! muy ilustrativa e interesante el efecto boomerang, habrá que portarse bien;) Zorionaaak!! ________________________________

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