El alcornoque

No logro entender por qué en España para menospreciar a alguien se le dice alcornoque, equivalente a zoquete o ignorante.

El alcornoque es un árbol admirable, es conocido como sobreiro en Portugal o cork oak por los ingleses, nombre clavado, por cierto. Su madera es ideal para las chimeneas, produce bellotas y corcho. Vive en Portugal, España, Marruecos, Italia, Francia, Túnez y Argelia. En Portugal (32%) y España (22%) se concentran la mayoría de ellos. El alcornoque está emparentando con encinas, robles y castaños.

Distribución del alcornoque en el Mediterráneo occidental

El futuro del alcornoque en España está en entredicho por la sustitución del corcho por otros productos, yo los llamaría sucedáneos. La explotación del alcornoque es impropia de estos tiempos modernos donde todo tiene que ser resuelto en el momento, te piden un dato en el trabajo y si esperan más de 10 minutos ya estás tardando y si el de UberEats se retrasa 15 minutos protestamos.

Impaciencia, intolerancia al no, egoísmo infantil. Un alcornoque es el concepto opuesto a todo ello: es la economía sostenible, la paciencia y el trabajo bien hecho. Sin prisas, agobios, ni histerismos.

El primer descorche de un alcornoque puede tardar 25 años, y los siguientes serán cada nueve años aproximadamente. O sea, se le puede descorchar más de 15 veces en su vida. En Portugal se encuentra un sobreiro conocido como “El Silbador”, por los muchos pájaros que cantan en sus ramas. Con cerca de 240 años, se dice que ya lo han descorchado más de 24 veces. En 1991, su descorche produjo 1200 kg de corcho, que dio origen a más de cien mil tapones. Un solo tapón de corcho se estima que ha retenido 392gr de CO2, el CO2 que produce un coche cada 2 kilómetros. Necesitamos muchos más sobreiros para tanto coche. Este alcornoque gano el premio al “Árbol Europeo del Año” en 2018.

Sobreiro assobiador, en el Alentejo portugués

La profesión de descorchador es propia de los baby boomers (expresión despectiva que identifica a aquellos que nacimos en los años 50 y 60). Estos señores de más de 50 años se siguen subiendo a los árboles esperando que las nuevas generaciones les den el relevo, pero los jóvenes no están por la labor. Mejor trabajar delante de un PC ¡Qué error!

Los amigos, como los alcornoques, necesitan madurar y solo el tiempo dirá si es de los que perduran. Quizás no 25 años, pero sí el tiempo suficiente para conocerse y reconocerse en ellos. Si no, no son amigos. Por ello, mi mejor amigo debería ser como un alcornoque: regala paz y sombra, le haces bromas y se ríe o te la devuelve, piensas en él de vez en cuando, el silencio no incomoda, el tiempo vuela cuando estás con él, le das consejos sin que te los pida, compartes confidencias, te sorprende el número de ocasiones en que coincides en costumbres o ideas, y, en el fondo, sientes su sinceridad.

De hecho, el único momento en la vida en que te sientes tú mismo es cuando estás con los amigos (eso lo dice García Márquez, no anda muy desencaminado). También se dice que la amistad es una mente en dos cuerpos (Mencio, un seguidor de Confucio), pensamiento que liga con el de un tal C.S. Lewis (autor de Las crónicas de Narnia): La amistad nace en el momento en que una persona le dice a otra: ¿Cómo? ¿Tú también? Creí que era el único.

Dedicado a mis escasos alcornoques en España, y al sobreiro de Parede.


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